Sector mejillonero

Cuerdas de poliéster de diferentes calibres, disponibles en media y alta tenacidad.

Muy resistente a los rayos solares y a los factores meteorológicos, con una gran carga de rotura, resistente al roce y a la humedad.

Cuerdas de polysteel, mezcla de polipropileno y polietileno de diferentes calibres.

Cuentan con baja elasticidad y alta resistencia a la abrasión,  idóneas para usos específicos dentro de la industria pesquera. Las cuerdas de polysteel tienen una tenacidad más alta que la cuerda de polietileno, por lo que, para una misma carga de trabajo, requiere de un menor calibre en aplicaciones similares.

Resistencia a la abrasión y a los rayos UV del sol. Debido a su absorción de agua nula, tiene una buena manejabilidad tanto en ambientes secos como húmedos. Esta variante es especialmente indicada para su uso dentro del sector de la pesca,  dadas su alta resistencia y flexibilidad.

Con, o sin rabiza, disponibles en varios tipos:

• Nylon blanco y negro, dos hilos blancos y dos negros.
• Nylon negro, cuatro hilos negros.
• Mixtas, nylon negro y polietileno verde (bajo pedido).

Cuerdas empalilladas, su composición genera una superficie rugosa que facilita el agarre del mejillón.

Colectores de cría, redes fabricadas con el fin de recoger la cría de manera natural en el entorno de la batea.

Rojos o negros, elemento imprescindible en la elaboración de diversos aparejos relacionados con el cultivo del mejillón.

Bobinas de hilaza, filamento fabricado con material biodegradable,  ideal para reforzar el mallado de algodón aplicado mediante red tubular.

Sacos de rafia mejilloneros, diseñados específicamente para realizar la función de tolva a la hora de cargar el mejillón.

Bobinas de hilo de polietileno verde, su función habitual es servir como elemento de cierre de los sacos de mejillón.